FALL IN LOVE WITH YOU FIRST ♥

viernes, 12 de septiembre de 2014

A los que pudieron ser y no quisieron.

Estábamos tan cerca, y a la vez tan lejos, que no recuerdo algún otro vis a vis con tanta distancia de por medio.
Espalda contra espalda, empuñando nuestras mejores armas y volviendo la vista atrás en busca de una bandera blanca que resultó ser un apunten, disparen, fuego.
Volaban balas que nos rozaban pero no nos daban, cuchillos que arañaron pero no cortaron y palabras crueles y desmedidas que dañaban como miles de agujas clavándose en la piel.
Los cristales que se rompieron entre los gritos y los gemidos. Plumas de los cojines cubriendo la alfombra donde se habían besado y apuñalado.
Al final, una habitación con dos supervivientes con el corazón en carne viva.
Dos supervivientes que se hacían la guerra como nadie, porque el amor se lo podía hacer cualquiera.
Carla Ruiz

lunes, 11 de agosto de 2014

Porque sé que en el momento que mi pupila visualice tu mirada, volveremos a las andadas.

¿Por qué será que la piel recuerda lo que yo había dado ya por muerto? ¿Cómo lo hará para recordar con los cinco sentidos?
¿O eras tú que sabías a ciencia cierta donde tocar, donde besar, como acariciar...?
¿O fuimos nosotros?
Las ganas de comernos, para acabar matándonos. Las sábanas que tú girabas y la mitad de cama que nos sobraba. Cuando los que girábamos éramos nosotros y no sabíamos si seguiría un beso o un dardo directo al pecho.
Quitarnos la ropa, y luego desnudarnos. Bailar mientras rodábamos por la escalera. Destrozarnos, rompernos para tener quien nos curara aunque fuera con alcohol y no con saliva. Los cigarrillos a medias, el sabor a cerveza y los "te quiero" con doble cara.
Ser la envidia de cualquiera que hubiera oído hablar de nosotros y que nadie entendiera este ni contigo ni sin ti.
¿O puede que fuera que nos queríamos con todo el corazón pero nos odiábamos con toda nuestra inteligencia?
¿El miedo, tal vez, a desafiar a la física y gritarle al mundo que polos iguales también se atraen?
Y yo, que he aprendido a surfear en este huracán y a andar siempre en espiral, no sé si arrancarme la piel o espera a que lo hagas tú.

viernes, 6 de junio de 2014

Besando la cordura que perdimos hace tiempo.

Con unos ojos color chocolate negro, la mirada perdida y el silencio entonando su más ruidosa melodía. Los labios cortados, las medias rotas y las pestañas negro azabache. 
Como una fugitiva dejando rastro con su perfume inconfundible para que la buscaran y no dejarse nunca cazar. 
La suave brisa de la noche le acariciaba el pelo, que se movía como una cortina cuando abres la ventana una mañana soleada de invierno. 
Las preocupaciones y las dudas olvidadas en el fondo del vaso del último chupito. 
Luciendo una sonrisa del sabor de las fresas con azúcar y un oyelo asomando en su mejilla izquierda. 
Miserable, psicótica, asesina.
Y la ciudad, testigo de las de olvido, de los poetas en los tejados, de la desesperación de la luna por encontrarse con el sol y los besos en el portal, no había visto jamás nada tan bonito como ella.


martes, 6 de mayo de 2014

Pero tú, por favor, no me tengas miedo.

Me da pánico el olvido, mi mente y los pensamientos suicidas. 
Me aterran los monstruos que asoman debajo de la cama, los pasos tras de mi y las promesas. Lo rápido que pasa el tiempo, y los trenes; el tic tac de los relojes y las personas que saben mentir. El sueño eterno, las sombras que persiguen y el silbido del viento cuando intento dormir.
Me mata lo vulnerable, las mariposas en el estómago y las cebollas que hacen llorar. La sangre y su atractivo color rojo, los corazones que dejan de latir para siempre y las balas que empapan miradas.
Me angustian las prisas, el cruce de miradas, mirar hacia atrás, el doble sentido de las palabras y los defensores de la biblia y la cruz.
Me aburren las líneas rectas, despejar la x, los cuentos de hadas y el número PI. La falta de ironía, los chistes malos y los besos sin mordida.
Me arruinan las faltas de estilo, agachar la cabeza, las primeras veces, no saber qué decir, los puntos suspensivos y el punto final. Las luces de neón, las estanterías vacías y perder el control. 
Me da vértigo la irrelevancia, las llamadas perdidas, las caídas y las tardes de Domingo.
Me acojonan tus dudas, mis miedos y todo aquello que nos pueda descoser.
Me da miedo el miedo que te tengo.
 
    

miércoles, 9 de abril de 2014

Sé lo que me hago, aunque me haga mierda.

Noto de qué forma me queman la lengua, así como los cientos de miles de cuchillos arañándome la garganta.
Manos que me rompen hasta las entrañas y me hacen añicos como si de una figura de porcelana me tratase.
Las noto mezclándose, pasando desapercibidas y sin hacer ruido, como la oscuridad en la noche; tratando de llegar a los ojos para que ellos digan lo que yo me obligo a callar.
Se pasean por la tráquea, recorren mi esófago imitando el tóxico humo de un cigarrillo. 
Noto su canción, con la que despiertan  las mariposas de mi estómago, y también mis náuseas. Y me transportan a un Domingo de resaca después de una noche de tequila de garrafón.
Me persiguen cual remordimiento o frase mal jurada.
Cruzando cables, volviéndome loca.

Quieren salir y yo me sigo negando. Duelen y me quejo en silencio, rabio de dolor; y aún así me encargo de tapar cualquier fisura por la que puedan escapar y perderse en el viento. Duelen, pero el dolor es soportable o quizá no. ¡Qué más da! - pienso.
Las noto como un escalofrío que me eriza la piel y me hace tiritar. Y no tirito de dolor. Tirito palabras que no diré. Por cobarde o por querer ser demasiado fuerte, otra vez. 

lunes, 24 de marzo de 2014

Dulce introducción al caos.

Labios rojos adictos al humo. Que muerden, que besan con énfasis y ganas, con prisa; que gritan, que gimen, que esperan y desesperan, que se cortan, que nos cortan.
Viento. Tan libre y rápido. Tan ausente, tan astuto y vigilante. Tan ruidoso y sigiloso. 
Que se cuela, que despeina, que lleva, que va y luego vuelve, que se calma. Y las hojas que éste mueve. Cómo vuelan, cómo se dejan llevar, cómo no se oponen ni dicen que no. Y la melena que éste suelta. Cómo baila y seduce, y no para, y no se queja, y no se hata.
Un cuerpo. Que se dobla, que se parte, que se contrae. Que se mueve. Y tampoco para. Se vuelve loco. Que se desmorona. Que se destruye de la forma más bonita. Que siente.
Agua. Que destruye, que rompe con todo, que nos baña, que ahoga. Y las olas. Y más olas.
El pulso y el ritmo. Que se disparan, se aceleran. Siguen y siguen hasta que no pueden más, hasta que no dan para más.


Desorden. Ropa por el suelo, papeles vistiendo mesas, sábanas blancas y arrugadas, tazas de café frío, botellas medio vacías o medio llenas.
Ruido. De coches, de gritos, de puertas, de ventanas que se cierran, de persianas que se suben, de gente. De música que mata por dentro, que nos hace saltar, que nos lleva y nos trae, que transporta, que recuerda.
Caos en estado puro. Rápido, ruidoso, mágico, excitante, atrevido, vivo. Áspero, suave, salvaje, violento, dulce. Bonito y dulce caos. Dulce introducción al caos. 






viernes, 24 de enero de 2014

You need to be cold to be a queen.

"Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego, otros dicen que en el hielo. Por lo que he probado del deseo, estoy con los que apuestan por el fuego. Pero si por dos veces el mundo pereciera creo que conozco lo bastante el odio para decir que, en cuanto a destrucción, el hielo también es grande y suficiente."


El fuego derrite el hielo y lo reduce a algo líquido, manejable, a la nada, sin esfuerzo alguno. Alguien frío solo teme a aquel que intenta darle calor, a aquel que trata de despertar sus sentimientos y tirar por tierra todos sus principios. Le teme porque sabe que si deja que se acerque lo suficiente acabará derritiendo la coraza fría que lo hace invulnerable ante el mundo. Y corre, y aleja a las personas lo máximo posible, muestra indiferencia y sigue convenciéndose de que la única forma de sobrevivir es la insensibilidad. Y sobrevivir lo es todo. Aunque por tan solo cinco, diez o veinte minutos al día notará como ese hielo, quema.
Lo bonito es que nada puede herirte. Te sientes fuerte e invencible. Te tocan pero nunca te hunden, como un Titanic perfeccionado e insumergible. Conoces la culpa porque has oído por ahí que es muy puta. Y no sientes y, por tanto, no sufres. No lloras. No te desilusionan. Ni te calan. Tan solo te diviertes, siendo cruel con todos, incluso contigo misma. Porque la vida ya es bastante aburrida en ocasiones como para morir y no ir al infierno. Y el infierno también hay que merecerlo.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La belleza se encuentra en cada centímetro de cada cuerpo humano.

Resulta incomprensible la tendencia del ser humano a infravalorarnos y a ver defectos donde no los hay, ignorando que la belleza se encuentra en cada centímetro de cada cuerpo humano.
Belleza es ese hoyuelo que aparece cuando sonríes, esa arruga que asoma cuando achinas los ojos, la mancha de nacimiento detrás de tu oreja. Bello es el lunar que tienes en la espalda, las pecas que manchan tus mejillas, ese remolino en el pelo que tanto te desespera. Existe belleza en el michelín que sobresale por tu pantalón cuando te sientas o te agachas, en tu cintura de avispa, en las grandes caderas. También en el hueco que hay entre tus muslos, en los ojos saltones, en la nariz chata e incluso en tus dientes torcidos. Es bonita la piel blanca como la nieve, y la piel oscura como la noche. Los huesos, la carne... todo tiene su belleza.
La belleza es la variedad, la posibilidad de diferencia. Si fuéramos todos iguales seríamos máquinas y no humanos. 



jueves, 26 de septiembre de 2013

Forgetting is not an option.


Solo las personas que hemos perdido a alguien para siempre sabemos que el tiempo no cura y que la ausencia nunca causa el olvido. 

Pensamos que olvidar es la solución, que facilitará las cosas y finalmente, el vacío que esa persona ha dejado en nuestras vidas al irse, se curará. Decidimos olvidar todo lo que rodeaba a esa persona: su voz, la forma en que se enfadaba, la manera en que se preocupaba por nosotros, cómo se sentía orgulloso, cómo solía decir nuestro nombre, sus buenos días y los malos, las cosas que solía hacer y las que le solían gustar. Insistimos en olvidar porque queremos que el dolor cese, que llegue la calma y la tormenta por fin acabe. Pensamos, en vano, que somos capaces de decidir cuándo y el qué olvidar, y en realidad lo que realmente somos es prisioneros de nosotros mismos, de nuestras mentes. Por eso nunca dejamos de recordar, porque en el fondo, sabemos que no es lo mejor, que ni olvidando todo volverá a ser como antes. No comprendemos que, mientras esa persona tenga un hueco en nuestro corazón jamás se irá del todo. Jamás dejaremos de recordarla, aunque insistamos en olvidar. Nunca dejaremos de echarla de menos. Debemos dejar de intentar olvidar en vano, esa no es la solución. No hay que estar triste cuando recordemos, tenemos que pensar que sigue estando ahí, que es como el viento: no podemos verlo ni tocarlo pero sí podemos sentirlo.

lunes, 26 de agosto de 2013

Believe.

Es difícil creer en algo que ni siquiera puedes sentir. Es difícil creer en la existencia de un Dios, que se supone que lo hace todo por el bien de la humanidad, pero que permite que millones de personas mueran de hambre cada semana, que haya hospitales llenos de almas cansadas de pelar en vano porque saben que cualquier día abandonaran este mundo, que se sienta odio a cierta gente por su color de piel o su orientación sexual. Es difícil creer en los príncipes azules y en los zapatos de cristal si luego, a la hora de la verdad, se convierten en rana. Es difícil creer en los verdaderos amigos si solo están para lo bueno y no para lo malo. Es difícil creer en la suerte si el viento y la marea intentan derribarte a cada paso que das. Es difícil creer en los sueños si cada noche es una nueva pesadilla. Es difícil creer en el amor si nunca te has sentido querida a pesar de darlo todo por alguien. Y a veces, es difícil creer en uno mismo, y olvidamos que la clave del éxito no es más que la confianza en uno mismo, quererse por encima de cualquier persona, creer y demostrar que puedes hacer cualquier cosa que te propongas y recordar que quien intenta hundirte ya está por debajo de ti. Por eso, completo mi primera frase con ésta 'es difícil creer en algo que ni siquiera puedes sentir, así que siéntete y creerás.'

sábado, 17 de agosto de 2013

La eterna batalla entre lo fácil y lo difícil.

Hay días en que me puede el imaginar escaparme de aquí. Desconectar de la monotonía y de todo cuanto oigo, veo y conozco desde hace demasiado tiempo. Perderme en una gran ciudad donde la gente está demasiado ocupada como para preocuparse de lo que hace o deja de hacer la persona que está pasando por su lado en ese mismo instante. Ser una insignificante ciudadana más de un sitio donde reinan las prisas y el ajetreo, las calles llenas de gente buscando algo que ni siquiera saben qué es. Edificios enormes que impiden ver con claridad el cielo. El ruido de la ciudad, vivir gracias al café, hablar otro idioma, conocer nueva gente, sentirme parte de algo, descubrir nuevas sensaciones. 
 




A veces olvidamos lo que un libro es capaz de hacer por nosotros. Olvidamos que un libro es la mejor opción los días fríos y oscuros del invierno y nuestro mejor amigo los días calurosos y soleados del verano. Olvidamos que gracias a un libro somos capaces de vivir cosas que jamás te ocurrirán, sentir cosas que nunca has sentido, tener otros, millones de nombres; a veces simplemente escogemos la opción fácil sin saber lo mucho que nos estamos perdiendo y que esconde la opción difícil. 

domingo, 9 de junio de 2013

Same old empty feeling in your heart.

¿Alguna vez te has sentido sola en una habitación llena de gente? Como que no perteneces a ese sitio, nada de lo que ves te resulta familiar y toda aquella gente que crees conocer parecen desconocidos, tan desconocidos como las calles de una ciudad que jamás has pisado. Entras en una espiral y todos los días son malos, las noches de insomnio se acumulan en unas ojeras que cada vez son más y más grandes; lo único que te ayuda es pensar que ese sentimiento de soledad se acabará, no te queda más que pensar que después de una tormenta siempre llega la calma y mientras tanto sigues andando como un fantasma, como alguien que no eres, con una sonrisa que no es la tuya y maquillando golpes que tú sabes que estan ahí aunque nadie pueda verlos, golpes que solo tú eres capaz de sentir.
Sonríe, piensas cada mañana, hoy puede ser un buen día. Y vives en una mentira que no es tu vida. Solo quieres volver, ser quien eras y que los demás sean quien eran. Te anestesias el dolor a base de sonrisas falsas que no significan nada, que solo ocultan a los demás lo que tú eres incapaz de superar. Siempre esa soledad, esas sombras que no te dejan levantarte, que te persiguen, esa ayuda que no llega, esa felicidad pasajera enfrontada a esa tristeza constante. 

                                                                    She will be loved.

viernes, 5 de abril de 2013

Todo el mundo se enamora.

Todo el mundo se enamora. Todos queremos despertarnos al lado de la persona que te hace sentir especial con solo una mirada. Nos gustan los abrazos, las caricias y los besos con sabor a amor. Nos vuelven locos los besos en el cuello, que nos muerdan la oreja y las mariposas en el estómago. Nos levantamos cada día queriendo encontrar esa media naranja que comparta con nosotros los malos días y que nos haga sonreir a una pantalla de móvil. 
No nos importa lo mucho que nos pueda hacer sufrir, ni las lagrimas que podamos derrochar, ni las sonrisas que se romperan, ni las inseguridades. Nos desagrada la sensación de no saber lo que siente la otra persona, ni si piensa en vosotros tanto como tú y aún así lo hacemos porque todo lo bueno gana a todo lo malo. Soportamos enfados, peleas y mentiras y aún así cada noche antes de dormir nos imaginamos una vida perfecta al lado de esa persona.
¿Que sería del mundo sin amor? ¿Sin amores prohibidos? ¿Sin amores no correspondidos? ¿Sin amores verdaderos? Todo sería demasiado fácil. Tan fácil como respirar.
Es el amor lo que nos hace diferentes de los robots. Sentimos y nos encanta sentir, aunque signifique sufrir. Porque cada beso gana a cualquier lágrima antes derramada.
 
                                           I'm in love with you and your little things.



lunes, 25 de marzo de 2013

Algún día entenderé esta manía nuestra de complicarnos la existencia. O no.

Es como un continuo, un interminable, un eterno ni contigo ni sin ti. Como un muro de Berlín que ni tú ni yo estamos dispuestos a tirar y que cada vez es más y más alto. Una frontera que ninguno de los dos está dispuesto a trazar, aunque sea necesaria, una frontera que delimieta ese contigo y ese sin ti.
Como dos imanes, imposibles de juntar pero que se atraen al mismo tiempo. Buscandonos con la mirada, sin atrevernos a mirarnos a los ojos por si pasa algo, por si algo vuelve, por si nosotros volvemos. 
Una relación amor-odio insoportable. Un millón de sonrisas que al final siempre acabamos destrozando. Un mundo de mentiras, de besos que no significaron nada, de abrazos vacíos. 
Un sentimiento que somos incapaz de controlar, que sentimos sin querer y que añoramos cuando no está.






 

 

domingo, 3 de marzo de 2013

Una sonrisa esconde un mundo.

No soy de esas chicas que demuestran lo que sienten, me cuesta decir te quiero aunque esté deseando decilo, no soy nada cariñosa, me agobia que me abracen todo el rato, rara vez he llorado en publico o con una película, no me entusiasman los te quiero, no me voy a levantar más feliz porque me hayan enviado un buenos días princesa.
Claro que me gusta que me abracen por la espalda, y sentirme querida, y por supuesto que tengo sentimientos, no porque no los demuestre significa que no estan, claro que me duele lo que dicen de mi, claro que echo de menos, claro que tengo bonitos recuerdos con personas que ya no estan y a las que añoro, claro que me puedo enamorar.
A estas alturas me he dado cuenta de que todo se acumula, que toda piedra hace margen y también me he dado cuenta de que he cambiado, que antes me moría cuando me enviaban los SMS primero y pensaba que se habían acordado de mi, que a la mínima cogía confianza y me sinceraba sin pensar que me la clavarían por la espalda, que enviaba testamentos a mis amigas diciendoles lo mucho que me importaban y lo mucho que las quería. Alomejor os gustaba más la Carla de antes, alomejor otros ni la conocieron, pero toda piedra hace margen y cada golpe, cada error, cada traición, cada critica ha ido formando un caparazón del que no salgo, por miedo, por desconfianza, por si me volverán a hacer daño, porque es más fácil defenderse desde ahí dentro, sin demostrar sentimientos que luego te puedan echar en cara, es más fácil parecer fuerte y también es más fácil engañar a los demás diciendo que estás bien.
Siento particular envidia por aquellas personas que lloran cuando algo no va bien, en mi opinión es la mejor forma de desahogarse que hay, es como si con las lágrimas el dolor saliera y no se quedara tan adentro. Igual que las personas que se sinceran, que lo sueltan todo. Alomejor no lo notan pero no saben el peso que se quitan de encima, no saben lo mucho que ayuda eso. 
Sin embargo aqui estoy yo, que no lloro ni queriendo, ni muriendome de ganas por soltarlo todo, creo que soy la única adolescente que no se ha pasado una noche entera sin dormir y llorando, y muchas veces lo he necesitado pero soy incapaz. Y lo de sincerarse... No me gusta que se preocupen por mi, ni dar pena con mis problemas.
Así que que no me vengan con eso de que el más fuerte es aquel que no llora, el más fuerte es el que hace sonreir a los demás aún estando él mismo hecho un asco. A mi no me hace más fuerte no llorar, a mi me hace más fuerte ver que las demás personas a las que quiero, aunque no lo demuestre, son felices.

jueves, 21 de febrero de 2013

El ojo del huracán.

Hay semanas que son tan buenas que se hacen incluso aburridas, todo lo que pasa va a tu favor y te sientes bien, incluso llegas a acostumbrarte a esa facilidad para hacer las cosas y conseguir hacerlas a la perfección, entonces el viento se gira en tu contra y no te opones a ello dejandote arrastrar, haciendo de una corriente un huracan. Un día alguien me dijo que si no fuera por esos huracanes no mejoraríamos, que sirven para oponerte contra viento y marea y gritar lo más alto que puedas que ahí estas tú y que nadie va a poder contigo.
He comprovado por mi sola que esto es así, que cuando estas en el ojo del huracán todo se magnifica, lo que no va tan mal tú lo ves fatal  y tu estado de ánimo está a ras de suelo pero también sé que si en vez de dejarte llevar y dejar que el huracán haga de ti lo que quiera, te opones tú mandas, y el huracán pasa a ser una dulce brisa que supone un poco de adrelina en tu vida. Si todo fuera bien siempre nadie conseguiría nada porque directamente no se esforzaría, la clave está en esforzarse, y en conseguirlo y sentirte orgulloso, si no, nada tiene mérito.

miércoles, 16 de enero de 2013

Es la única forma que tengo de expresarme.

Consiste en subir al escenario, hacerlo tuyo y sentirte como en casa en cada centímetro de ese suelo. Dejarte llevar por la música que te sabes de sobra y que serías incluso capaz de tararear de memoria sin ningún problema. Subir y bajar de la punta haciendo que parezca tan fácil como respirar, sin pensar los pasos. Conocer cada nota, cada silencio y disfrutarlo. Sentir que vuelas. Hacer la coreografía tuya con cada improvisación y con cada fallo. Notar como cada músculo de tu cuerpo se estira y se contrae con cada movimiento al son de la música. Demostrar al público que cada ensayo, cada clase, cada día de agujetas y el dolor de pies tiene su recompensa y es esa, una actuación perfecta. Baila para ellos.
Para mí, ese escenario es más que un suelo y cuatro paredes, para mí es el sitio donde puedo expresarme de la mejor forma que sé, bailando. Bailar no es moverse y coordinar, es una forma de escape de un mal día, es mi única solución a los días grises, porque en ese escenario, en esa clase, soy verdaderamente feliz. El ballet es arte, es moverte al son de la canción de tu vida. Llevo diez años con esto y sigo pensando que esa hora y media es la mejor parte de mi día.


                                           

domingo, 25 de noviembre de 2012

Demasiadas preguntas sin respuesta.

Es irónico, con 15 años se duda hasta del color del boli con el que tenemos que escribir, sin embargo, es ahora cuando nos hacen las preguntas que condicionaran quien llegaremos a ser cuando nadie piense por nosotros, cuando nadie nos obligue a estudiar matemáticas porque sí y seamos nosotros los que digamos que queremos estudiar ésto o aquello. Es ahora cuando hacemos locuras, cuando pasamos noches llorando por alguien y cuando nuestros padres no nos ven el pelo durante días , cuando aun no sabemos ni un cuarto de las palabras del diccionario y pensamos que las cosas son para siempre. En definitiva, no tenemos ni idea de lo que es el mundo, no valoramos lo que tenemos y siempre buscamos lo que no tenemos poniendo pegas a todo, juzgamos sin saber y hablamos con el cerebro vacio en muchas ocasiones también es ahora cuando nos creemos más mayores de lo que realmente somos, cuando cuánto más altos sean los tacones mejor, cuando cambiamos de opinión más que de bragas y cuando nuestra única responsabilidad es estudiar y llevar todo lo que tenemos que llevar hacia delante. Diciendo todo esto, haciendo una descripción de lo que en general somos los adolescentes, ¿qué hacen queriendo que tomemos decisiones tan importantes sin saber ni lo que queremos hacer mañana?

jueves, 15 de noviembre de 2012

Yo,yo y más de lo mismo durante un tiempo.

Hay días en los que lo único que necesito es estar sola. Sin nadie que me diga qué tengo que hacer, dónde tengo que ir y cómo y cuándo debo hacer las cosas. Tirar todos los relojes por la ventana junto con las prisas y que deje de importar que hora es. Coger un buen libro y que se convierta en mi mejor amigo, que me deje invadir cada una de sus páginas sin pausas y sin prisas, simplemente dejandome conocerlo y descubrirlo. Que las obligaciones desaparezcan, no pisar la calle en días, dormir cuánto quiera sin que nadie me despierte y que cuando lo haga no sepa ni qué día es. Que mis únicas necesidades sean una manta, chocolate y películas de esas que te recuerdan que no vas a vivir una historia de amor como la de los protagonistas. Perder el móvil durante un tiempo y no saber nada de un mundo que no es el mío propio. Aburrirme hasta que duela. Comer sin parar, lo que me apetezca, sin límites y a la hora que me de la gana. Recordar y llorar si hace falta para así por fin superar todo lo que me ha ido pasando estos últimos años. Vivir en soledad para así valorar del todo la gente que tengo a mi alrededor. Saber que alguien, aunque solo sea una persona del puto planeta me ha echado de menos.

lunes, 22 de octubre de 2012

Quiéreme si te atreves.

A mi no me enamora que me digas que me quieres. A mi me enamora que me comas la boca, que me empotres contra la pared y los besos en el cuello. Los trios del Sabado noche; tu, yo y una peli y los Domingos de resaca juntos. A mi me vuelves loca si me picas y luego sabes despicarme. Me la suda si miras a otras si luego me miras a mi y me dices que no se me puede comparar. Que me sonrías sin motivo, que me abraces cuando lo necesito y me demuestres cada palabra que pronuncies. A mi me mata despertarme cada mañana con un buenos días princesa he soñado toda la noche contigo y lo haré cada noche.

Porque tal vez pido mucho, porque no hay personas perfectas ni amores perfectos pero necesito sentirme querida por una vez. Sin miedo de que me vuelvan a hacer daño, de poder decir te quiero sin luego tener que tragarme mis propias palabras. 
No hay amores infinitos pero sí verdaderos.